martes, 20 de mayo de 2008

El fotolog

Como tenía ganas de participar en el blog, y aprovechando que tocamos el tema de las nuevas tecnologías, se me ocurrió la idea de redactar un texto sobre mi opinión acerca del fotolog y como influye en una gran parte de nosotros, los adolescentes.
Uno puede tener un lugar en la web donde colgar sus fotos, es totalmente normal, de hecho, en su momento lo tuve y lo use, pero siempre procurando que no se vuelva un “vicio”. Al margen de esto, muchas de estas personas (la gran mayoría), llamados “flogers”, viven una vida de fantasía, en la que piensan que porque una persona lo agregó a los favoritos (“effear” en su léxico), es su amigo, aunque no lo conozca, y nunca hayan compartido algo. Desde mi punto de vista la amistad pasa por algo mucho más profundo que un fotolog, o que una lista de favoritos. Estoy seguro que si uno está pasando por un mal momento ninguno de sus supuestos “amigos” se va a preocupar por él. De hecho algunos de ellos ni siquiera conocen el nombre de la otra persona, y la llaman por el nombre de su fotolog.
La mayoría de ellos a su vez, pierden su personalidad al vestirse todos iguales, con el mismo corte de pelo, y hasta utilizan las mismas poses para sacarse fotos. Y si esto no es suficiente, hay otros que hasta pagan (en dólares obviamente) para poder subir más fotos y obtener más comentarios.
Además, muchos (inconscientemente o no), dan a conocer datos de su intimidad que pueden llegar a personas que uno ni siquiera conoce, como paso en el video de “Pensá antes de postear”
Uno no busca con esto criticar, ni mucho menos discriminar, pero me parece que el país no está en una situación ideal como para que su futuro (nosotros), esté mas pendiente de cuantas firmas obtuvo en 2 horas, que de cuanto está el litro de nafta, o si el mes que viene va a poder tener un plato de carne en su mesa.
Espero no haber ofendido a nadie, y está de más decir que espero que alguien discierna de mi opinión, ya que esto es un blog de debate y cada uno tiene derecho a expresar lo que sienta.
Un abrazo para todos.

Matías Mainente