lunes, 11 de abril de 2016

Métodos de la Psicología I



El método introspectivo: La introspección permite recopilar datos e información sobre las experiencias conscientes de los sujetos. El individuo relata verbalmente su experiencia o recurre para explicarla a algún otro procedimiento. El psicólogo emplea este sistema cuando desea investigar los fenómenos que se producen en la vertiente interna de la vida psíquica. Como en este caso lo que se pretende conocer es un estado mental, la introspección resulta adecuada, y que el sujeto es el único que puede dar cuenta de sus estados mentales. Pero, si bien la utilidad de este método es evidente, lo cierto es que su aplicación entraña bastantes dificultades y algunas limitaciones. Si un sujeto desea enmascarar sus sentimientos puede proporcionar respuestas falseadas. También es posible que sea incapaz de comunicar de forma adecuada sus percepciones. Además, resulta difícil evaluar la utilidad de una experiencia cuando el sujeto está dirigiendo al mismo tiempo su atención sobre ella, ya que, debido a esto último, la vivencia producida puede resultar modificada. Pese a estas dificultades, los datos introspectivos son muy utilizados y de ellos se benefician diversas áreas de la psicología, como la clínica o la social. En la actualidad, este método se aplica con particular frecuencia en los sondeos de opinión que intentan detectar las actitudes de las personas ante determinadas cuestiones. 

El método extrospectivo (la observación directa): Gracias a los métodos, la psicología puede estudiar y describir grandes masas de datos. Asimismo, posibilitan la comparación entre distintos grupos de individuos, cuestión a la que se dedica la psicología diferencial. Por otra parte, los estudios estadísticos establecen correlaciones con el fin de descubrir la relación entre variables psicológicas, lo cual permite, por ejemplo, valorar la eficacia de las pruebas de inteligencia a la hora de predecir el rendimiento escolar. 

Los métodos estadísticos: la observación cuidadosa y atenta de los acontecimientos, ya sean de naturaleza psicológica o de otra índole, constituye una de las fases del desarrollo de cualquier investigación científica. A partir de los datos obtenidos por medio de la observación, el investigador formula una hipótesis que habrá de comprobarse mediante la experiencia. La utilización de este método, en apariencia muy sencillo encierra algunas dificultades que sólo pueden ser superadas por un observador suficientemente entrenado en dicha técnica. Si, por ejemplo, pretende observar los cambios diarios que se producen en la conducta de un niño o los acontecimientos que tienen lugar en una clase, es posible que el psicólogo dirija su atención sólo hacia determinados fenómenos que, por cualquier motivo, le interesan más. Aunque esa actitud es normal, ya que todas las personas focalizamos nuestra atención de modo selectivo, en psicología puede tener consecuencias negativas. Existe, en efecto el peligro de que el investigador no perciba fenómenos relevantes o significativos, e incluso de que introduzca elementos subjetivos en la realización de su tarea y tome partido en uno u otro sentido. Para evitar estas dificultades y asegurar una observación objetiva se han elaborado escalas de estimación y diversas formas de registro, que permiten realizar observaciones con arreglo a normas o pautas fijas. Esta técnica consiste en fijar de forma clara y operativa la conducta concreta que se desea observar y en realizar de ella un registro cuantitativo (es decir, el número de veces que sucede), al mismo tiempo que se anota la intervención de las otras variables, como el momento en que se ha producido, ante qué persona, etc. 

El método experimental: Para ciertos investigadores el método experimental es el único que permite realizar estudios rigurosos y científicos, ya que asegura un mayor control de las variables que intervienen. En este sistema las diversas fases de un experimento psicológico están claramente definidas, y es preciso ceñirse a ellas de forma estricta. El primer paso es la presentación de un problema, que por lo general se plantea en forma de pregunta. A continuación, el investigador desarrolla una hipótesis, es decir, plantea una posible solución a ese problema. Para comprobar si esa hipótesis es cierta o no, el experimentador debe recoger datos, que le sirven de criterio. Asimismo, tiene que determinar el tipo y número de sujetos a los que va a someter a la prueba experimental. Una vez realizado esto, divide a las personas en dos grupos. A uno de ellos, denominado grupo experimental, se le somete al tratamiento experimental, mientras que al otro, llamado grupo control, recibe un tratamiento normal. Otro paso más viene dado por la designación de las variables que desea estudiar y por lo tanto controlar. Por regla general, el interés del investigador se centra en establecer determinadas relaciones entre aspectos del entorno y aspectos de la conducta. Estas relaciones implican que, si una característica ambiental se modifica, cierto tipo de conducta también varía. El aspecto del entorno que estudia en el experimento recibe el nombre de variable independiente; el cambio el que provoca se llama variable dependiente. Por ejemplo, supongamos que se deba realizar un estudio sobre la memoria y queremos determinar si la recitación de un texto contribuye a una mejor retención del mismo. Una vez planteado el problema, el investigador elije dos grupos de estudiantes. A uno de ellos se le pide que lea el texto en silencio y que cada cierto tiempo lo recite en voz alta; este grupo sería el experimental. Al grupo control, se le da el mismo texto y se le dice simplemente que lo lea en silencio. En este caso, la variable que el psicólogo manipula es la recitación, por lo que ésta constituye la variable independiente, en tanto que la memorización es la variable dependiente. Evidentemente, todas las restantes variables que podrían influir en el rendimiento memorístico (nivel de inteligencia, sexo edad, grado de instrucción, etc.) han de haberse equiparado previamente, al efectuar la distribución de los sujetos en los dos grupos. Una vez realizada la prueba, los resultados obtenidos se someten a un estudio estadístico que permite refutar o apoyar la hipótesis. El método experimental, auque cuenta con muchas ventajas, no está exento de ciertas limitaciones. Así, por ejemplo, cuestiones éticas impiden realizar experimentos que puedan afectar negativamente a la salud mental de los individuos. Por otra parte, numerosos conceptos psicológicos no son susceptibles de reducirse a una variable claramente determinada. Otra limitación dimana de la artificialidad de la situación experimental, pues las personas no se comportan del mismo modo cuando saben que están siendo objeto de estudio que cuando se encuentran en su entorno habitual. 

La entrevista clínica: Este método tiene por objeto recabar información significativa del individuo, con el fin de poder conocer la naturaleza de su problema y realizar un diagnóstico. Para la recogida de datos, el psicólogo utiliza diversas técnicas e instrumentos. Uno de ellos es la anamnesis o estudio biográfico, que se realiza por medio de una o varias entrevistas con el paciente, y en caso necesario con las personas más cercanas a él. Se le hacen preguntas sobre determinadas cuestiones de su vida, desde su nacimiento hasta el momento presente. El psicólogo puede también recabar información mediante la administración de diversos tipos de tests, los cuales informan sobre ciertas características afectivas, intelectuales o sensoriomotrices del sujeto.

Tomado de http://www.temas-estudio.com/El-metodo.asp (On Line 20/04/2008)

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